LA PRIMERA LIBERTADORES
Entre las brumas y el frío de aquella noche de mágica del 14 de septiembre en Montevideo, en el mítico Centenario que albergó el primer Mundial, nació la leyenda copera de Boca. El Loco Gatti voló hacia su izquierda, rechazó el penal de Vanderley y Boca se consagró campeón de
América por primera vez en su historia. Fue ante el Cruzeiro de Brasil, después de un triunfo por 1-0 para cada uno de local, y de ese tercer partido que fue 0-0 y en los penales concretó un sueño que se postergaba desde aquella final perdida ante el Santos de Pelé en 1963.
Boca dejó en el camino a River, Defensor, Peñarol, Libertad y Deportivo Cali. Llegó invicto a la final ante el temible Cruzeiro, el último campeón, que tenía varios jugadores de la Selección.
En la Bombonera, fue 1-0 para Boca con gol de Carlos Veglio, pero tras la derrota en Belo Horizonte hubo que llegar al tercer juego, que Boca jugó con camiseta blanca, y que consagró a Gatti como ídolo eterno en aquel décimo penal.
Era la primera estrella internacional. Vendrían muchas más.